Certificados en la industria alimentaria
A nadie se le escapa que la mayor satisfacción para un profesional, de cualquier gremio, es ver su labor reconocida, principalmente por la aceptación y venta de su producto o gestión, ese es el mayor indicador del potencial de su empresa y para ello se afana a diario. Pero hoy, en pleno auge tecnológico, mediático y social, cuando estar conectado e informado es lo más sencillo del mundo, cada cliente y consumidor valora que además de calidad el producto que compra tenga prestigio y reconocimiento, no es lo mismo hospedarse en un hostal que en un hotel de cinco estrellas.
Todo empresario se afianza y encuentra nuevas fuerzas para continuar y mejorar su trabajo cuando recibe el reconocimiento, ya sea en forma de premio, título o certificado a cualquiera de sus productos, si este hecho además se produce a nivel internacional la sensación es indescriptible, al igual que el estímulo que aporta. La famosa y manida frase de nuestro anterior rey, Juan Carlos I, en sus discursos navideños nos viene inmediatamente a la cabeza, “Me llena de orgullo y satisfacción …”. Recibir un certificado de excelencia significa un importante respaldo y aval para la empresa que tenga un decidido y fuerte compromiso por implantar un modelo de producción de calidadasumiendo que deberá pasar unos exigentes filtros.
Existen a día de hoy distintos organismos que se encargan, previa solicitud, de valorar y certificar un producto o el proceso completo de su fabricación, es indiferente lo que elaboremos. Para ello todos siguen unas directrices muy similares, pero indudablemente la principal es la rigurosidad. Todo se mide, se observa, se examina o se analiza, fundamentándose en unos preceptos estudiados y valorados de la manera más cualificada y exhaustiva. Sin estos análisis y controles es imposible otorgar nada. Lo primero que cualquiera de estas entidades hacen es crear y reglamentar unas normas lo mas consensuadas posible que establecerán los criterios a seguir. Si nos remontamos en el tiempo, podemos ver lo sencillo pero a la misma vez importante, que puede resultar crear unos parámetros que nos faciliten los quehaceres diarios. Los antiguos pueblos caldeo y egipcio unificaron las medidas de los ladrillos y piedras que empleaban en la construcción con el fin de poder intercambiárselas en sus edificaciones, pero es con la Revolución Industrial de finales del siglo diecinueve y el estallido de la Primera Guerra Mundial a principios del veinte cuando, debido a la exigencia de las industrias y de los ejércitos, se establece con fuerza la normalización basada en estudios metódicos y científicos. Otro ejemplo que por su sencillez nos ayudará a entender fácilmente la importancia de la normalización ocurrió en los Estados Unidos a mediados del siglo veinte, en ese momento existían en el país más de cincuenta tamaños de botellas de leche y cada una con ancho de boca diferente, gracias a la creación de una normativa hecha por la mayoría de empresas del sector se redujeron a nueve, suponiendo con esa medida un ahorro del veinticinco por ciento en los nuevos envases y sus tapones. Algo más reciente en el tiempo y, que casi todos recordamos, era la cantidad de conexiones existentes para los cargadores de nuestros teléfonos móviles, pero en el año 2009 el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC) inició los trabajos junto con 14 empresas del sector y llegaron al acuerdo de normalizar los que se vendieran en la Unión Europea, hecho que se llevo a cabo en 2011 al publicarse la norma EN 62684.
Para el estudio y unificación de normas existen organismos dedicados a ello, algunos de ellos son:
A nivel mundial: I.S.O. (International Organisation for Standards)
En Francia: AFNOR (Association Francaise de Normalisation)
Italia: U.N.I. (Unificazione Naxionele Italiana)
Suecia: S.I.S. (Swedish Institute for Standars)
Alemania: D.I.N. (Deutsches Institut für Normung)
Gran Bretaña: el B.S. (Britihs Standards)
India: el B.I.S. (Bureau of Indian Standars)
Canada: C.S.A. (Canadian Standars Association)
En Estados Unidos cuentan con dos estamentos como referencia: A.S.T.M., (American Society for Testing and Materials) y U.N.S. (United Numbering System).
En España, desde este mismo año 2017, con el U.N.E., antiguo anacronismo de Una Norma Española y hoy denominada Asociación Española de Normalización.
Tras ese breve paso por la norma y su importancia a la hora de crear certificaciones con criterio y basadas en una regulación unificada, es importante saber que todas las entidades reconocidas para otorgarlas se encuentran amparadas por el GSFI (Global Food Safety Initiative), organismo mundial sobre seguridad alimentaria con representación de más de 600 empresas minoristas, proveedores y fabricantes de alrededor de 80 países. El GSFI a su vez está tutelado por el CGF (Consumer Good Forum), que es administrado y dirigido por representantes de las principales empresas del sector como, Coca-Cola, Danone, Carrefour, Barilla, Tesco, Kellog, Heineken o Nestlé.
Pero además de estas dos corporaciones existen otras como el instituto SQF (Safe Quality Food), con sede en Virginia (EE. UU.) y gobernado por el FMI (Instituto de Comercialización de Alimentos) que desarrolla dos programas básicos, el SQF 1000 enfocado hacia el sector de los proveedores y el SQF 2000 dirigido a las empresas procesadoras y a las distribuidoras, ambos tienen establecidos sus sistemas y reglas de trabajo en la normativa HACCP (Sistema de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control). Para la FAO (Organismo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la HACCP es »…un sistema con fundamentos científicos y carácter sistemático, que permite identificar peligros específicos y medidas para su control con el fin de garantizar la inocuidad de los alimentos. Es un instrumento para evaluar los peligros y establecer sistemas de control que se centran en la prevención en lugar de basarse principalmente en el ensayo del producto final. Todo sistema de HACCP es susceptible de cambios que pueden derivar de los avances en el diseño del equipo, los procedimientos de elaboración o el sector tecnológico», para esta institución este sistema debe desarrollarse en toda la cadena alimenticia.
ORGANISMOS CERTIFICADORES
Tras estos prolegómenos veamos algunos de los principales organismos capacitados para emitir certificaciones en el mundo de la alimentación.
BRC: (British Retail Consortium)
En 1992, British Retailers Association y Retail Consortium, las dos entidades de comerciantes minoristas británicos de productos alimentarios más importantes se unen y crean el British Retail Consortium, siendo desde entonces referente a nivel mundial pero sobre todo en el ámbito anglosajón, en lo concerniente a la seguridad y salubridad en la industria alimentaria. A partir de 1998, redactan su principal estudio técnico para la alimentación y protocolo de proveedores de alimentos, desde entonces dicha norma es de obligado cumplimiento en todo el sector alimentario británico, se tiene que llevar a cabo desde el inicio de la producción hasta la entrega final del producto al consumidor.
Su lema de trabajo lo basan en crear una diferencia positiva en la industria minorista de alimentos y los clientes a los que sirve, que en definitiva y como ellos mismos dicen, somos todos, dado que el cien por cien de la población, en mayor o menor medida, somos consumidores.
Se rigen por lo que ellos denominan sus 3Cs:
Primera C: Competitividad, quieren conseguir que su industria alimentaria permanezca siempre competitiva.
Segunda C: Comunidad, contribuyendo a la industria local y afianzando la integridad de sus productos y la confianza de los consumidores.
Tercera C: Carreras, basándose en las leyes de empleo británicas, quieren impulsar el desarrollo de cursillos para todos los empleados de sus afiliados.
El organismo ofrece a sus miembros tres modalidades de asociación: para minoristas, para asociados y para subscriptores, pero para cualquiera de ellas los tres principios fundamentales que les ofrece son: adecuar su cadena de producción, apoyo operativo y protección de la marca.
En estos momentos la entidad trabaja en más de 40 temas diferentes, teniendo tres de ellos actualmente con prioridad sobre el resto:
Retail 2020 (Ventas al por menor para el año 2020), quieren crear las pautas para la mejora en el modo de trabajo antes de dicho año, pues según estudios propios, en la actualidad en los últimos cinco años se han empleado más de cien mil personas en este sector y las ventas de productos on line se incrementan entre un 10 y un 15 por ciento anualmente.
Bussines Rates (Impuestos y tasas en las empresas), actividad pensada para una reforma de los impuestos en las empresas del ramo que incentive la inversión y el crecimiento del sector y adecuar a unos niveles más justos los tributos que pagan en la actualidad las empresas.
Brexit, campaña diseñada para crear un modelo de cambio efectivo y no traumático entre los consumidores tras la aprobación de los electores británicos del abandono de la Comunidad Europea por parte de su país. Al plan lo han denominado »A fair Brexit for consumers» (Un Brexit feliz para los consumidores) y su actuación principal se centra en conseguir “un trato justo para los consumidores en las próximas negociaciones con la Unión Europea”. No quieren discutir si esos acuerdos deben ser duros o suaves, pero si quieren que se hagan de forma inteligente. Y garantizando que el acuerdo tomado sea positivo, requiriendo al Gobierno que su desarrollo sea ordenado y donde se vuelvan a negociar los acuerdos de libres impuestos acordados con la UE antes iniciar nuevas relaciones comerciales con otros países.
BRC ampara a otro organismo esencial en su estructura y enfocado para prestar servicios a nivel mundial, el BRC Global Standarsy que cuenta en su haber con cerca de 26.000 certificados para sociedades, expedidos a través de empresas acreditadas para ello en casi 140 países. Presumen y, no deben faltarle motivos, de ser los líderes en el ámbito del GFSI, hacer los controles más rigurosos y ser los mejores auditores. Su inspección a cualquier empresa que lo solicite le indicará de una manera rápida y fiable sus puntos débiles y fuertes en su cadena de producción, los diferentes problemas que los pueden causar y elaborarán un informe con todo ello haciendo hincapié en las mejoras que han de efectuarse con el fin de dar a la empresa el empuje definitivo para ser líder en su sector.
Divide su trabajo en seis secciones:
– Seguridad alimentaria.
– Embalaje.
– Almacenamiento y distribución.
– Agentes comerciales.
– Productos para consumo.
– Ventas al por menor.
IFS (International Featured Standards )
https://www.ifs-certification.com/
La norma más reconocida y extendida en el mercado alimentario europeo.
En 2003 integrantes de la Federación Comercial Alemana, la HDE (Hauptverband Deutschen Einzelhandels) desarrollaron y editaron la versión 3 de esta norma, resultado de los estudios que llevaron a cabo en empresas de su país, un año más tarde se les unió la asociación francesa, la FCD (Fédération des entreprises du Commerce et de la Distribución) y con su cooperación la ampliaron y actualizaron dando lugar a la cuarta redacción de la norma. En 2005 y 2006 fueron las asociaciones italianas COOP, CONAD y Federdistribuzione las que vieron su potencial y se unieron a las investigaciones y entre las federaciones de los tres países desarrollaron la nueva versión de la IFS-Food, la número 5. Desde entonces los grandes grupos de distribuidores de Austria, España, Polonia o Suiza tienen esa normativa como la habitual en sus cánones de seguridad alimentaria. La IFS 5 tiene como objetivo primordial el examen en el ámbito de la seguridad de los proveedores de alimentación y sus controles de calidad basados en unos principios uniformes. El IFS es aplicable a todas las fases de la de cadena alimentaria tras la explotación agrícola.
IFS, ha desarrollado 8 normas basándose en los diferentes ciclos de la cadena de suministro. Son estas:
– IFS Food, una norma tipo pensada para el amplio sector de empresas procesadoras de alimentos y a que a su vez los envasan. Se utiliza en toda la producción que sea “procesada o tratada” o si conlleva algún riego de contaminación en el primer envasado.
– IFS Global Markets Food, basándose en las directrices del GFSI han desarrollado esta utilidad para cualquier tipo de empresa alimentaria con el fin de crear un método con el que implanten los preceptos del FIS en un tiempo establecido.
– IFS Wholesale / Cash & Carry, norma establecida para empresas mayoristas, las que en muchas ocasiones sirven de unión entre empresas productoras y transformadores.
– IFS Logistics, normativa aplicable a todos los medios de transporte.
– IFS Global Markets Logistics, su meta es simplificar el acercamiento de cualquier sociedad a los diferentes mercados. Puede ser el camino inicial para ir acercándose al resto de normativa IFS.
– IFS Broker, estudios destinados para las empresas que gestionan por ellas mismas su actividad comercial.
– IFS HPC, guía cuyo fin es blindar el producto, en materia sanitaria e higiénica, con vistas a su manipulación en la cadena de producción.
– IFS PACsecure, normas que se aplican a todo tipo de envasado, se sustenta en la normativa APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico), reconocida por organismos internacionales y por un gran número de empresas alimenticias de todo el planeta.
– IFS Food Store, sistema que nace del proyecto de la federación francesa, la FCD, con la finalidad de tener un conocimiento preciso del control de los productos en los centros de venta.
La finalidad de los certificados FIS a grandes rasgos son:
– Crear en el consumidor una garantía de calidad y confianza en los productos que adquiere.
– Reducir los fallos en las cadenas alimentarias.
– Crear un sistema de comunicación entre proveedores, fabricantes y compradores.
– Simplificar el sistema de normas.
– Garantizar con la mayor fiabilidad que todos los productos cumplen con las leyes vigentes y que su información es fidedigna.
– Disminuir los gastos y tiempo de producción a todos los niveles.
– Crear unas certificaciones claras y estrictas al unificarlas con las de otros organismos y clarificar los expedientes.
– Comprobar y conseguir un sistema eficaz y unificado de la seguridad, la higiene y la calidad.
Las certificaciones que emite el IFS nos van a mostrar que la empresa auditada tiene instaurados los medios y los realiza de manera adecuada con el fin de llegar a un compromiso con lo que produce y vende a sus clientes, respetando la calidad exigida por ellos.
La normativa FIS va dirigida a cualquier empresa relacionada con la alimentación y el cliente una vez finalizado el proceso auditor obtiene el certificado en la categoría FIS que hubiera solicitado ya sea en su nivel más básico o el superior, dependiendo de las calificaciones logradas.
ISO 22000:
Al final de la Primera Guerra Mundial, algunos países, comenzando por Alemania, crean organismos destinados a la normalización, con el fin de aglutinarlos y conocer sus avances se funda en 1926 en Londres, ISA (Federation of the National Standardizing Associations), que en 1947 auspiciada por la ONU (Organización de Naciones Unidas) es reemplazada por la ISO (International Organization for Standardization).
A mediados de los años noventa crean y modifican su principal norma, la ISO 9000 creada para la gestión de la calidad a diferentes niveles. En los años 2000, 2008 y 2015 es revisada y pasa a denominarse ISO 9001:2015, siendo la única norma del grupo que puede ser certificada. En septiembre de 2005, se crea ISO 22000, con los siguientes fines, el principal el de incrementar la seguridad en el sector alimenticio, crear vínculos más fuertes entre gobiernos y empresarios, hacer progresos efectivos en los costes del sector y sobre todo reforzar la confianza y amparar al usuario final. Además de estos términos la ISO 22000:2005 se propone implantar tres directrices esenciales en el sector alimentario. Primera, imponer en toda la producción alimentaria las normas dictadas por el Codex Alimentario, segunda, aplicar el programa de prerrequisitos y en tercer lugar establecer las normas necesarias para un eficaz sistema de gestión. Todo esto con el fin de alcanzar su principal propósito: lograr la inocuidad de todos los alimentos durante su proceso elaboración para acabar ratificando sin ninguna duda su total garantía cuando llegue al consumidor final.
El ámbito de aplicación de la norma es general, puede servir para cualquier clase de industria alimentaria siendo indiferente su volumen de producción o su diversidad empresarial.
El organismo ISO revisa cada cinco años sus normas por si es conveniente una comprobación, en concreto la 22000 se encuentra en estos momentos en fase de consulta y aprobación, teniendo previsto que en junio de 2018 se publique su nueva redacción. Las novedades más significativas serán, la de adaptarla a las estructuras de alto nivel, una nueva forma de ver los riesgos, aplicar el ciclo PDCS (Plan-Do-Check-Act), que se significará por separar los sistemas de gestión y los principios HACCP y por último diferenciar claramente los PCC (Puntos Críticos de Control), el PRO (Programa de Prerrequisitos Operacionales) y el PRP (Programa de Prerrequisitos).
FSSC (Food Safety System Certification)
Organismo auspiciado por la Comunidad Económica Europea, fundado en el año 2004 y con sede en Holanda. Su actividad se basa exclusivamente en la seguridad alimentaria, de hecho no emite certificaciones lo que hace es dar validez a las entidades certificadoras basándose en el método FSSC 22000:2010.
Esta norma considera y valora todos los requisitos que debe tener una cadena de producción alimentaria bajo los sistemas ISO e IFS.
HALAL:
http://halalfoodauthority.com/
http://www.institutohalal.com/
A diferencia de los organismos citados anteriormente, Halal más que unas normas creadas por entidades certificadoras, se basa principalmente en preceptos religiosos, donde se recogen unos alimentos permitidos, los ‘’Halal’’ y otros prohibidos, los ‘’Haram’’, simplemente porque son recomendados o no en su libro sagrado, el Corán, según el cual determinar lo que es o no ‘’halal’’ es un derecho exclusivo de Alá.
Se puede decir que existe un centro Halal en cada rincón del mundo, y emiten unos certificados, aprobando o no los alimentos que le son presentados, pero en los países que predomina la población, el idioma árabe o la religión musulmana el Halal se aplica a casi todos los órdenes cotidianos de la vida: relaciones sociales, prendas de vestir, decoración, etc., mientras que en los que no existen esas mayorías la referencias al Halal se centran principalmente en los productos y hábitos alimenticios. Pero lo que es común para todos ellos es la prohibición de consumir carne de cerdo y el alcohol.
Como curiosidad hay que informar que los días 26 y 27 del próximo mes de abril de 2018, se celebrará en las instalaciones de IFEMA en Madrid la cuarta feria Expo Halal España.
KOSHER:
Kosher es la garantía para los consumidores judíos que los productos que adquieren, sus ingredientes y su elaboración cumplen los requisitos del »Kashrut», (apto) y cumple por tanto las reglas de alimentación judía descritas en la “Torá”, desarrolladas en el “Talmud” y recogidas en el “Shujan Auj”, el código legal judío.
Aunque existen otras muchas diferencias, la principal, entre los ritos Kosher y Halal es el consumo de alcohol, mientras para los judíos es permitido en ámbito musulmán está absolutamente prohibido. Pero luego existen preceptos comunes para las dos religiones como el mandato divino de no comer carne de cerdo, de consumir sangre o los ritos durante el sacrificio de animales.
Lo que sí parece es que el certificado Kosher está más regulado y documentado que su homólogo musulmán. A mitad de los años treinta del pasado siglo XX y ante la proliferación de tiendas, ultramarinos o colmados, y las dudas que planteaban muchos de los alimentos que llegaban a ellos, un químico de New York estableció el centro OK (Organized Kashrut) y comenzó la redacción de las normas de certificación Kosher tanto para los proveedores como para los consumidores. Hoy en día es el organismo más reconocido pero, la expansión ha sido enorme, existen hoy en día más de mil doscientos centros de certificación Kosher repartidos por todo el mundo, aunque las cinco principales se encuentren en Estados Unidos y documenten casi el ochenta por ciento de los títulos que se entregan.
Los alimentos, incluidos los aditivos, las bebidas, los utensilios, las áreas donde se sirven y degustan así como todo el proceso de elaboración necesita ser supervisado y certificado por una agencia Kosher.
ENTIDADES DE CERTIFICACIÓN
Existen multitud de empresas dedicadas a la gestión de estos certificados, cada una evidentemente con unas tarifas y especialidades, las más reconocidas son:
SGS (Société Générale de Surveillance), constituida en 1919.
LRQA (Lloyd’s Register Group Limited)
NSF International, fundada en 1944 y radicada en Estados Unidos.
Bureau Veritas, creada en 1828, siendo la más antigua y una de las más reconocidas.
SMC (Società Mediterranea Certificazioni, S.R.L), italiana.
http://www.smc-certificazioni.it
AENOR, es la referente en España, constituida en 1986 a raíz de la entrada de nuestro país en el Mercado Común Europeo. Desde finales de los años noventa otorga certificaciones alimentarias. En 2017 AENOR pasa a denominarse AENOR Internacional S.A.U. (Sociedad Anónima Unipersonal) y su actividad la desarrolla actualmente la U.N.E. (Asociación Española de Normalización), esta separación se ha llevado a cabo con el fin de conseguir una total independencia entre la entidad que crea las normas técnicas y la que debe certificarlas.
Aunque la FAO autoriza la reproducción y difusión de su material para fines educativos u otros no comerciales sin previa autorización escrita de los titulares de los derechos de autor, siempre que se especifique claramente la fuente y podíamos haber realizado un vulgar corta y pega, hemos creído conveniente enlazar con el documento completo de este organismo donde hace un exhaustivo estudio sobre la certificación y acreditación.
http://www.fao.org/docrep/004/ad094s/ad094s03.htm
OTROS MODELOS DE CERTIFICADOS A NIVEL NACIONAL
CÁMARA DE COMERCIO DE ESPAÑA
Esta entidad (https://www.camara.es/comercio-exterior/), bajo la administración del Ministerio de Economía Industria y Competitividad, otorga, previo pago de unas tasas, diferentes certificados enfocados principalmente para el comercio exterior. Como son:
Certificado de libre venta y consumo
Te faculta y facilita el registro de tus productos o marcas y la obtención de algunos permisos y homologaciones en otros países, así como un documento que acredita que son comercializados y de venta libre en nuestro país, tal y como exigen los importadores o autoridades sanitarias de algunos países. Es válido por un año.
Reconocimiento y notoriedad de marca
Obtienes un distintivo a tu marca según tus servicios o artículos o bien por una demarcación territorial, también puedes hacer gestiones para internacionalizar tu marca y te sirve en procesos judiciales.
Este certificado está dirigido a exportadores con la finalidad de que acrediten el lugar de origen de sus productos y facilita los trámites en aduanas. Su validez depende del país donde se exporte.
Instaurado para empresas o particulares exportadores con vistas a realizar trabajos fuera de España trabajos en el extranjero y que necesitan trasladar sus mercancías o equipos a otros países principalmente para ferias, salones y exposiciones internacionales o para demostraciones por parte de representantes de la empresa. Tiene una validez de un año.
Legalización de documentos comerciales
Para exportadores exclusivamente y consiste en la legalización de toda la documentación comercial que sea necesario presentar y validar en el extranjero como: certificados de origen, de libre venta, facturas o packing list. Se solicita en primer lugar en la Cámara de Comercio provincial, luego en la de España, en el Servicio de Legalizaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y finalmente en la representación diplomática del país de destino.
AECOSAN
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, órgano dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, otorga igualmente unos certificados a las empresas que los solicitan, confirmando los datos que se encuentran en la base de datos del RGSEAA (Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos) y exclusivamente se entregan con el fin de realizar exportaciones, siempre y cuando se haga constar el país de destino. Exclusivamente se otorgan estos títulos a las empresas que se encuentren registradas en su base de datos. La documentación que se debe aportar se encuentra en la web de ACOSAN, así como la información para la legalización diplomática de dichos documentos.
Nota: estas certificaciones se pueden solicitar normalmente a través de diferentes organismos como pueden ser los Servicios Oficiales de Salud Pública de la Comunidad Autónoma donde radiquen las instalaciones alimentarias de las empresas solicitantes, en el Área de Sanidad Exterior que tiene el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, cuando se trate de exportar productos alimenticios a terceros países o a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, cuando se necesiten certificados sanitarios para exportar otros productos relacionados con animales como pueden ser, piensos, material genético, semen, óvulos, embriones o animales vivos.
Y para terminar queremos informaros que actualmente foodVAC se encuentra en un periodo de expansión muy importante, estamos ampliando en más del doble nuestro centro de trabajo con la primordial intención de continuar elaborando todos nuestros productos con la mayor garantía de calidad con la intención de seguir entregado un producto que continúe con la satisfacción actual de nuestros clientes. Para ello queremos dotar a nuestro personal de las más altas cualificaciones mediante cursillos para el perfeccionamiento de las técnicas de manipulación y preparación de alimentos y adaptar todas nuestras instalaciones, la actual y las nuevas, la maquinaria, los productos, los embalajes y hasta nuestros propios medios de transporte, dejándolos adecuados a las normas más exigentes con el fin de optar con garantías a cualquiera de los certificados comentados y convertirnos en un referente nacional de los productos de quinta gama y conseguir por méritos propios su reconocimiento a nivel mundial.
Y en eso estamos.